jueves, 1 de octubre de 2015

11 SÍNTOMAS QUE DEBES DETECTAR PARA SALVAR LA VIDA DE TU PERRO

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                                                            Pérdida de peso inexplicable 

El Dr. Spielman Bari cuenta que existen un montón de motivos de gravedad por los que un perro podría estar perdiendo peso. Este puede ser ocasionado por algún tipo de trastorno metabólico, enfermedades neuromusculares, cáncer y enfermedades del corazón. 
Mientras que en los seres humanos la pérdida de medio kg no supone ningún motivo alarmante, si un perro pierde el 10% de su peso corporal normal, es señal de que podría haber un problema de fondo más grande por lo que, en estos casos, una visita al médico está más que justificada. 

                                                                             Fiebre 

Una fiebre significativa y prolongada es sinónimo de que algo importante puede estar pasando en el interior del cuerpo de nuestro perro. 

Según la Dra. Karen Becker, “si la temperatura corporal de nuestro perro es alta, es que su cuerpo está luchando contra algún tipo de infección. La temperatura normal de un cánido es entre 38º y 39º. Si creéis que vuestra mascota está muy caliente y su temperatura es más alta de lo normal, no dudéis en pedir una cita en el veterinario”. 
La fiebre es una señal de que el animal podría estar luchando contra algo serio, sobre todo si esta viene acompañada por otros síntomas. 

                                                              Problemas intestinales
 
Cuando un perro tiene diarrea o sangre en las heces, indican que algo internamente no va bien. La Dra. Krista Vernaleken comenta: “la diarrea puede causar deshidratación y esta puede ser mortal en los perros pequeños. La sangre en las heces podría ser un signo de úlcera, un parásito, o incluso colitis. 
En cualquier caso la sangre es sinónimo de viaje al veterinario, al igual que si vemos que la diarrea es persistente y viene acompañada por otros síntomas. 

                                                                                 Tos
 
La tos persistente no tiene por qué ser algo normal. El Dr. Justine Lee afirma que los perros no suelen ser asmáticos, por lo que la tos puede ser señal de bronquitis, neumonía, problemas de corazón o colapso traqueal. Los tratamientos incluyen antiinflamatorios y cirugía. Una tos frecuente no tiene por qué ser necesariamente motivo de alarma. Sin embargo, todas las mascotas que sufren este tipo de tos deberían ir al veterinario, más que nada para descartar algunas de las causas más graves posibles. 

                                                                         Fatiga o desmayo
 
La fatiga extrema y los desmayos deben ser tenidos muy en cuenta.La Dra. Debra Promovic comenta: “Algunos perros se recuperan rápidamente de un desmayo, tanto que a los pocos minutos se ven completamente normales. Sin embargo, otros se quedan completamente abatidos hasta que se curan. Los colapsos y los desmayos nunca deben ser ignorados. Consultad al veterinario inmediatamente”. Si vuestro perro parece anormalmente cansado, un viaje al veterinario podría ser crucial en la detección de enfermedades potenciales que podrían incluir cáncer, enfermedad renal y pancreatitis. 
 
                                                     Abdomen distendido o hinchado


Un vientre distendido es cuando hay un hinchazón anormal en la zona estomacal. Esto siempre debe tomarse muy en serio. 
La Dra. Krista Vernaleken afirma que muchas de las causas que provocan un abdomen distendido podrían ser mortales. Esta inflamación podría ser signo de algún tipo de enfermedad hormonal, o incluso una hemorragia interna. 

No solo podría ser un signo de enfermedad, sino que además el hinchazón podría presionar la cavidad torácica, lo que dificultaría respirar al animal. Cuando veáis este síntoma, consultadlo siempre con un especialista. 


Problemas urinarios


Existen muchas razones por las que un perro experimenta dificultades al orinar, pero algunos de ellos son lo suficientemente graves como para ir al veterinario de inmediato. 
El Dr. Justine Lee comenta que estos síntomas en los machos pueden significar que hay cálculos en la vejiga. El veterinario puede eliminar la obstrucción u operar si fuera necesario. 

Otra cosa a tener en cuenta es la sangre en la orina. Esto podría ser un síntoma de cálculos en la vejiga, así como cáncer o algún tipo de infección. Si observáis que vuestro perro orina sangre, llevadlo inmediatamente al veterinario. 


Respiración dificultosa



Al igual que ocurre con las personas, la dificultad en la respiración requiere atención médica inmediata. 
El Dr. Ernest E. Ward, Jr. dice que si vuestro perro jadea más de lo normal, se fatiga fácilmente, o la respiración se vuelve muy ruidosa repentinamente, el perro debería ser examinado inmediatamente. Las enfermedades cardíacas y pulmonares, infecciones, obstrucciones y de más, pueden ser ocasionadas por problemas respiratorios repentinos. 

La dificultad en la respiración puede conducir a que algunos órganos y tejidos del perro se vean privados de oxígeno, y la insuficiencia cardíaca es un resultado posible. 


Ojos rojos


Un síntoma que podría ser señal de un problema más grande de lo que nos imaginamos. 
La Dra. Karen Becker afirma que si el área blanca de los ojos de un perro se torna de color rojo brillante, es un signo de inflamación o infección que indica varias enfermedades. Ciertos trastornos del ojo pueden conducir a la ceguera, por lo que cualquier cambio significativo debería ser investigado. 

Además de la infección ocular, las posibles causas podrían ser glaucoma, o un trastorno de la cuenca del ojo. Es crucial que un veterinario eche un vistazo a los ojos del animal para determinar lo que está mal. 


Inquietud e intranquilidad 



 
Este comportamiento inquieto podría ser la forma que el perro tiene de decirnos que algo no va como debería. Esta inquietud puede incluir gemidos, temblores, mirada asustada y paseos frecuentes. 
La Dra. Krista Vernaleken manifiesta que estos síntomas podrían ser consecuencia de una enfermedad grave. Si bien la propia inquietud no tiene por qué ser sinónimo de enfermedad, puede que utilicen este comportamiento para decirnos que no se sienten como siempre. Esto puede crearles una sensación de ansiedad. 

Si el perro manifiesta dolor o malestar general a través de la inquietud, es necesario que le vea un veterinario para encontrar la causa. 

                                                                         Vómitos 

Los vómitos ocasionales no deberían suponer un motivo de preocupación, pero si llegasen a ser frecuentes, 3 o más veces al día, es el momento de acudir al médico. 

El Dr. Ernest E. Ward, Jr sugiere que no hay que descartar que nuestro perro pudiera estar sufriendo vómitos por alguna obstrucción intestinal, infección, pancreatitis, alguna enfermedad del hígado o riñón, desequilibrio hormonal, o algo peor. 

Si los vómitos son frecuentes, sobre todo si vienen acompañados de otros síntomas, lo mejor es consultar a un médico. 

Editado Contexto Tucuman 

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viernes, 11 de septiembre de 2015

ENFERMEDADES CARDIACAS DESCONOCIDAS EN CANES

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Síndrome de Brugada

De origen genético y perteneciente al grupo de las canalopatías, esta enfermedad está ocasionada por la alteración en los genes que dirigen la formación de las proteínas cardiacas que regulan el paso de los iones a través de la membrana celular, conocidas como canales iónicos. En los peores casos, la dolencia puede derivar en desórdenes eléctricos, que pueden ir desde la aparición de arritmias a episodios de síncopes o muerte súbita.
Se diagnostica a través de un electrocardiograma, peroro en casos en que es dudoso, pueden llevarse a cabo unas pruebas especiales que consisten en la inyección de ciertos medicamentos que ayudan a confirmar o descartar el diagnóstico. Esta enfermedad suele afectar a perros adultos.
Enfermedad de Kawasaki
Es una inflamación generalizada de las arterias del organismo y aparece normalmente en cachorros y perros muy jóvenes. Sus síntomas comienzan con un cuadro febril que no responde a antibióticos. La complicación más temida por los expertos es la aparición de aneurismas coronarios, que se da hasta en el 20% de casos. Según la raza canina es más propensa a esta patología. 
Además de fiebre, los signos que suelen aparecer son conjuntivitis bilateral, cambios de la mucosa de la boca, anomalías en los miembros como edema de las manos o piernas o descamación, etcétera.

Valvulopatías

Como su nombre indica, estas enfermedades afectan a las válvulas del corazón. Estas se abren y se cierran durante el ciclo cardíaco, permitiendo así el paso de la sangre de una cavidad a otra. Solo 4 válvulas pueden estropearse: la mitral, aórtica, pulmonar y tricúspide, por causas como infecciones, traumatismos, envejecimiento, etc.
La más frecuente es la valvulopatía degenerativa en perros mayores, que consiste en el endurecimiento y calcificación de las válvulas, lo que limita su movilidad y afecta a su funcionamiento.

Síndrome de Wolff-Parkinson-White

Quienes padecen esta enfermedad con nombre peculiar sufren arritmias acompañadas de anomalías en el sistema de conducción cardíaco (vías accesorias). Existe un riesgo de muerte súbita ligeramente superior al de la población general, por lo que mediante datos indirectos (aparición de arritmias o algunas características en el electrocardiograma) y directos (caracterización de la vía accesoria) puede estimarse el riesgo de muerte súbita.

Endocarditis infecciosa

Producida por la llegada de un microorganismo a través del torrente sanguíneo, generalmente bacterias, esta enfermedad no es otra cosa que la inflamación del revestimiento interno de las válvulas y cavidades cardiacas, que crecen formando las vegetaciones.  A pesar de ser una dolencia grave y que puede ser mortal, la recuperación sin secuelas no es rara si se trata adecuadamente.
Los síntomas, que pueden durar varias semanas antes de llegar al diagnóstico, son fiebre, escalofríos, sudoración nocturna, malestar general, disminución del apetito, fatiga, debilidad y molestias musculoesqueléticas.

Foramen oval permeable

Primero es necesario saber qué es el foramen oval: se trata de una apertura natural que permite el paso, durante la vida fetal, de la sangre oxigenada de la aurícula derecha a la izquierda, de modo que el oxigeno y los nutrientes que llegan de la madre a través de la placenta y la vena umbilical puedan llegar al y resto de órganos fetales.
En el momento del nacimiento, el aumento de la presión en la aurícula izquierda favorece su cierre progresivo. En algunos cachorros no se produce este cierre, permaneciendo abierto tras el nacimiento, lo que se conoce como foramen oval permeable. En la mayoría de los pacientes no se produce ningún síntoma y se descubre de forma casual al hacer un ecocardiograma, por otra causa como el estudio de soplos.

Síndrome de Marfan

En esta enfermedad el principal afectado es el tejido conectivo, que es más importante de lo que creemos. Formado por las proteínas que actúan sobre la piel, los huesos, los vasos sangúineos , etc., actúa como 'pegamento' de todas las células, entre otras funciones indispensables.
El problema radica en una alteración genética de un cromosoma, que puede darse tanto en hembras como en machos. Las mutaciones que se producen en genes de este cromosoma dan lugar a problemas en proteínas que forman parte del tejido conectivo. ¿Cómo se transmite la enfermedad? Generalmente de padres a hijos a través de genes, pero aproximadamente el 25% de los pacientes no tiene ningún padre afectado.


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jueves, 10 de septiembre de 2015

LO QUE TIENES QUE SABER SOBRE LAS GRASAS


Distintos tipos de grasas
Distintos tipos de grasas

El aumento notable de las enfermedades relacionadas con la alimentación incorrecta a base de piensos comerciales  (obesidad, hipercolesterolemia, displasias etc.) ha hecho que cada vez más personas se interesen por suministrar una alimentación biológicamente correcta a sus perros, intentando  llevar una dieta más sana y equilibrada acorde con un estilo de vida saludable. De ahí el interés por conocer las calorías que se consumen y el tipo de grasas que contienen los alimentos. 
 
Cuando compramos un pienso co ercial nos volvemos locos en descifrar el contenido de las etiquetas y en muchos casos desconocemos enunciados donde se leen conceptos como “grasas saturadas”, “grasas vegetales”, “grasas parcialmente hidrogenadas” o “grasas trans”. ¿Qué significan estos términos? ¿Hay grasas más sanas que otras? ¿Qué se debe saber para elegir mejor lo que se toma?

Grasas, no todo es perjudicial
Biodog siempre ha animado al consumo de diferentes tipos de grasa para una correcta nutrición de nuestro perro. Las grasas o lípidos de la dieta son una de las grandes fuentes energéticas para el ser perro y sobre todo desde una edad temprana. Últimamente han adquirido mala fama, puesto que son una de las fuentes calóricas más importantes y se las asocia con un excesivo consumo energético nocivo para la salud. Sin embargo, algunos tipos de grasas son imprescindibles para un óptimo estado de salud de nuestro perro debido a que poseen ácidos grasos esenciales (no sintetizados por el perro e imprescindibles para un correcto funcionamiento del organismo), son vehículo de vitaminas liposolubles (vitaminas A, D, E y K) y precursores de moléculas con importantes funciones biológicas. 

Diversos tipos de grasas
La mayor parte de las grasas que se consumen se encuentran en los alimentos como ácidos grasos, unas estructuras químicas que se agrupan en forma de triglicéridos (es decir, tres ácidos grasos). Los distintos tipos de grasas se diferencian entre ellos según el tipo de ácidos grasos que constituyen estos compuestos (según su longitud o número de átomos de carbono y el número de dobles enlaces que presentan).

Grasas saturadas. Son aquellas compuestas por ácidos grasos saturados (esto es, ácidos grasos que no presentan ningún doble enlace). Las grasas ricas en ácidos grasos saturados son sólidas a temperatura ambiente, como la mantequilla.
Grasas insaturadas. Son las que poseen un doble enlace (monoinsaturadas) o dos o más dobles enlaces (poliinsaturadas). Los alimentos ricos en grasas insaturadas son líquidos a temperatura ambiente. Un ejemplo es el aceite de pescado.
Grasas trans. El concepto cis/trans indica la configuración espacial (forma que adquieren en el espacio los ácidos grasos). La mayoría de ácidos grasos presentes en los alimentos adquieren una configuración espacial cis. Pocas grasas naturales alcanzan una configuración trans; tan solo las grasas que han sufrido fermentación en el estómago de los rumiantes y que se encuentran en su carne o leche. También mediante el proceso industrial de hidrogenación parcial (utilizado para obtener grasas más sólidas a partir de aceites vegetales u otras grasas animales) o de desodorización (proceso usado para la refinación de aceites o grasas) pueden obtenerse este tipo de grasas. Durante el calentamiento y la fritura a altas temperaturas también pueden producirse grasas trans.
¿Y el omega 3? La denominación omega indica la posición de los dobles enlaces. Así, por ejemplo, un ácido graso omega 3 es un ácido graso que posee el primer doble enlace en el carbono número 3. 

Fuente de grasas
La mayoría de los alimentos poseen mezclas de grasas saturadas e insaturadas, aunque predominan en ellos algún tipo de grasas. Los aceites vegetales (aceites obtenidos de vegetales) y grasas de animales son las fuentes lipídicas más abundantes de la dieta biológicamente correcta de un perro.
En general, los aceites vegetales son alimentos ricos en grasas mono y poliinsaturadas. Tal es el ejemplo del aceite de oliva (rico en grasa monosinsaturada), aceite de girasol y maíz (ricos en grasa poliinsaturada). Excepciones son los aceite de coco, palma y palmiste, además de la manteca de cacao; ricos en grasa saturada. Las grasas de origen animal tienen un mayor contenido en grasa saturada que las vegetales; ejemplos son la mantequilla, grasa de cerdo, cordero o vacuno. Los frutos secos (almendras, nueces, avellanas, piñones) contienen una elevada proporción de grasa mono y poliinsaturada.

Incedencia de los tipos de grasas
  • En general, se asocia la ingesta de ácidos grasos saturados con un peor perfil lipídico (colesterol total y colesterol LDL) y, por tanto, a mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Así pues, los expertos recomiendan hoy en día moderar el consumo de grasa saturada a un máximo del 15% del aporte calórico total, evitando los alimentos que son fuente de este tipo de grasas.
  • Diversos estudios demuestran que las dietas ricas en grasa monoinsaturada poseen efectos beneficiosos sobre el perfil lipídico y varios factores de riesgo cardiovascular, de manera que aconsejan consumir grasa monoinsaturada como principal fuente de grasa de la dieta. Al parecer, la grasa monoinsaturada también podría ser beneficiosa para prevenir la diabetes canina.
  • La ingesta de grasa poliinsaturada omega 6 ha demostrado ser beneficiosa para el riesgo cardiovascular y el riesgo de diabetes. Respecto a la grasa poliinsaturada omega 3, los estudios han hallado una reducción de eventos cardiovasculares asociada al consumo de pescado y aceites de pescado ricos en EPA y DHA (omega 3), de modo que los expertos recomiendan incluir el pescado azul, rico en omega 3, en la dieta o sustituirlo por aceite de pescado.
  • El consumo de ácidos grasos trans se relaciona, sobre todo, con enfermedades cardiovasculares, de forma que la ingesta de este tipo de grasa debería ser lo más baja posible y no superar el 1% del aporte calórico total. Cabe destacar que, en los últimos años, la industria alimentaria ha trabajado mucho para reducir la cantidad de grasa trans en todos sus procesos industriales.
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sábado, 5 de septiembre de 2015

DESCUBREN UN PERRO DOMENSTICADO DE MÁS DE 12.000 AÑOS

Durante una expedición en áreas de cazadores de mamuts, los paleontólogos han desenterrado cuerpos que se mantuvieron intactos durante unos 12.000 años de los perros que acompañaban a los hombres prehistóricos, adelantando en mucho la data de la domesticación de perros salvajes.

El periódico “Mirror” publica del hallazgo en la zona siberiana de Sakha, una región particularmente interesante para los científicos, dado que todo parece haberse conservado durante milenios sin mayores deterioros, bajo el “permafrost” la capa semicongelada bajo el suelo que incluso por metros no se altera y preserva fósiles pero también otros despojos de formas de vida pretéritas.

El perro descubierto, está particularmente intacto, según los científicos, aunque cubierto de barro y fue hallado a pocos metros de donde hace cuatro años apareciera el cuerpo de otro can similar. El hallazgo confirma que no se trata de un simple accidente, ni de una forma de alimentación, sino que los perros acompañaban a los primeros amos de la prehistoria.
Un descubrimiento que aporta a la prehistoria

“El estado en general del cuerpo es perfecto. Se ha preservado de pies a cabeza, incluyendo el pelo”, detalló Sergei Fedorov, del Museo del Mamut en Yakutsk, ratificando que el descubrimiento es un aporte de magnitud para la comprensión de la prehistoria.

Los investigadores han encontrado al perro en un nicho particularmente importante de distintos objetos, donde hay múltiples restos de actividad humana, como herramientas hechas con huesos, y restos de lana que hacen presumir su uso para abrigo en una región particularmente gélida.

La investigación no permite ahondar en eventuales patologías por las que podrían haber muerto los perros hallados, aunque los científicos creen se haya tratado de un hecho accidental, posiblemente un corrimiento de tierras inesperado, en un período de lluvias que haya castigado a las orillas del río Syalakh, donde se verificó el hallazgo.



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lunes, 31 de agosto de 2015

COMO COLABORAN LOS MICROBIOS INTESTINALES EN LOS BENEFICIOS Y PERJUICIOS DE LA DIETA

Las dietas ricas en aceite de pescado en comparación con las dietas ricas en grasa de cerdo,  producen bacterias muy diferentes en los intestinos de los perros. Los autores de este trabajo transfirieron estos microbios en otros ratones para ver cómo afectaban la salud y los resultados sugieren que las bacterias intestinales comparten parte de la responsabilidad de los efectos beneficiosos del aceite de pescado y los efectos nocivos de la manteca de cerdo.

En particular, los ratones que recibieron trasplantes de microbios intestinales asociados con una dieta de aceite de pescado estaban protegidos contra el aumento de peso inducido por la dieta y la inflamación en comparación con los roedores a los que se les trasplantaron microbios intestinales asociados con una dieta de grasa de cerdo. Esto demuestra que los microbios intestinales son un factor agravante de la inflamación independiente asociado a la obesidad inducida por la dieta y da esperanza de que un probiótico podría ayudar a contrarrestar una dieta "grasa".

"Queríamos determinar si los microbios intestinales contribuyen directamente a las diferencias metabólicas asociadas con las dietas ricas en grasas saludables y no saludables", explica el autor del estudio Robert Caesar, de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia. Aunque el estudio fue realizado en ratones, el "objetivo es identificar intervenciones para optimizar la salud metabólica en los seres humanos y en otras especies de animales".

Caesar, que trabaja en el laboratorio del autor principal del estudio, Fredrik Bäckhed, comenzó alimentando a ratones con grasa de cerdo o aceite de pescado durante 11 semanas y siguió los signos de la salud metabólica. Mientras que el consumo de manteca de cerdo promovió el crecimiento de las bacterias llamadas 'Bilophila', que han sido vinculadas con el desarrollo de la inflamación, la dieta de aceite de pescado aumentó la abundancia de bacterias llamadas 'Akkermansia muciniphila', conocidas por reducir el aumento de peso y mejorar el metabolismo de la glucosa en ratones.

"Nos sorprendió que la manteca de cerdo y la dieta de aceite de pescado, a pesar de tener el mismo contenido de energía y la misma cantidad de fibra dietética -que es la fuente primaria de energía para las bacterias intestinales- provocaron fundamentalmente diferentes comunidades de microbiota intestinal y que el microbioma per se tuvo efectos muy grandes en la salud", dice Caesar.

En la siguiente serie de experimentos, Caesar realizó "trasplantes fecales" para probar si los microbios de la dieta de aceite de pescado podrían mejorar la salud de los roedores alimentados solo con grasa de cerdo y viceversa. Los resultados proporcionan evidencia adicional de que las comunidades microbianas del intestino pueden determinar y recuperar los problemas de salud causados por la mala alimentación.

"Nuestro papel es compatible con los informes anteriores que indican que las bacterias 'Akkermansia muciniphila' son promotoras de un fenotipo saludable", apunta Bäckhed. "Sin embargo, se necesitan más investigaciones para determinar si esta bacteria se puede utilizar como cepa probiótica y, en ese caso, cómo se debe combinar con una dieta para optimizar los resultados de salud", concluye.

Fuente: 'Cell Metabolism'

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miércoles, 26 de agosto de 2015

COMO DETECTAR LOS TRAUMAS DE TU PERRO

Empezaremos este post con una historia que nos pondrá en el hilo de este tema

“Cada vez que vamos a salir, Fred grita como si lo estuvieran matando; ladra histéricamente cuando ve una moto, bicicleta u otro perro; tira desesperadamente de la correa, tanto que me ha lanzado varias veces al suelo. Es simplemente imposible salir con él”. María José adoptó a Fred en noviembre de 2013, pero fue en enero de este año que empezó a preocuparse por su salud mental.
“Nunca antes se me había pasado por la cabeza que un perro pudiera tener problemas de estrés o que traumas de su pasado pudieran aflorar años después” “La primera vez que Fred pisó una clínica veterinaria el veredicto fue claro: su estado físico era tan nefasto que lo mejor era sacrificarlo“.
Pero María José se opuso. Ella veía en él un perro rebosante de energía, siempre dispuesto a jugar y con un apetito insaciable. Una de su patas estaba destrozada, por lo que debieron introducirle un clavo intraóseo. Además, había dado positivo en la prueba de leishmania.

Durante los meses que duró su recuperación, Fred permaneció en casa, aislado de las calles en las que había vivido hasta que María José lo acogió. La prioridad, para ella, era su salud física. Nunca pensó en su salud mental.
Cuando Fred empezó a salir, se veía nervioso, tiraba de la correa y ladraba incesantemente. Un adiestrador le había dicho a María José que tenía un problema de autoridad, por lo que la exhortó a castigarlo o a premiarlo dependiendo de si obedecía sus órdenes. Pero lejos de resolver el problema, ese diagnóstico empeoró la situación.

terapia perro
Después de consultar a otros especialistas y leer mucho sobre el tema, María José comprendió que a su mascota le causaba tanta ansiedad estar en la calle que no podía obedecer orden alguna. “Los perros tienen memoria y traumas. Es muy posible que el pánico que siente Fred cuando ve motos se derive del hecho de que fue atropellado“, reflexiona.
María José llevó su mascota a la organización española de adiestramiento MiaCrok. Allí la terapeuta y educadora canina Alba Fernández, quien tiene amplia experiencia con animales abandonados, le dijo que el estado en el que se encuentra Fred es el resultado de todo el dolor que acumuló en la calle y en los tratamientos a los que tuvo que ser sometido.
“Es como tener dos perros: el Fred de casa, dulce, tranquilo, leal y obediente, y el Fred de fuera de casa: histérico y agresivo con otros perros. Quizás si hubiera sabido a qué señales de estrés canino prestar atención no hubiéramos llegado a esta situación extenuante y dolorosa para los dos”, cuenta con tristeza.

Señales para estar alerta

BBC Mundo les preguntó a tres expertos cómo detectar problemas emocionales en nuestras mascotas y qué hacer ante ellos.
De acuerdo con el biólogo conductual y psicólogo animal Dennis Turner, director del Instituto de Etología aplicada y Psicología animal de Suiza, no se debe ignorar cualquier cambio significativo de la mascota como:
  • Pérdida de apetito por largos periodos de tiempo.
  • Inactividad inusual.
  • Comportamientos destructivos cuando son dejados solos en casa.
  • Intentos de escaparse o de esconderse.
Para Turid Rugaas, entrenadora noruega de perros, considerada una gurú en el área, un perro puede estar crónicamente estresado si:
  • Se le ve nervioso, deprimido o temeroso.
  • Se molesta o se siente amenazado con mucha facilidad.
  • Presenta un comportamiento histérico.
  • No manifiesta curiosidad.
  • Reacciona con exageración al tacto o a los ruidos.
  • No puede hacerle frente a los problemas diarios más comunes.
Para Fernández, hay una señal que parece no fallar:
  • “Si tienes que estar castigando a tu perro todo el tiempo, es porque algo anda mal”.

¿Qué deben hacer los dueños?

Turner recomienda:
  • Observar a la mascota con cuidado y objetividad.
  • Poner especial atención a cambios a largo plazo y tomar nota de ellos.
  • “Una vez confirmes que el problema es real y no sólo un capricho en el estado de ánimo de tu mascota, consulta un veterinario conductista o un psicólogo animal entrenado con un diplomado otorgado por una sociedad profesional”.
Rugaas considera que es fundamental que los dueños conozcan lo que el perro necesista para vivir mentalmente saludable. Recomienda que:
  • No lo castigues.
  • No te muestres molesto o amenazante.
  • No lo tengas en una jaula ni le pongas collares de ningún tipo.
  • No le lances palos ni pelotas.
  • No lo uses para ganar premios.
  • Déjalo ser curioso y permítele explorar el mundo a través de sus sentidos.
  • Permítele que construya su autoconfianza para que se enfrente a todo.
  • Aliméntalo bien y déjalo que duerma lo suficiente.
  • Bríndale compañía, limita las restricciones físicas y estimúlalo mentalmente.
Para Fernández, la empatía es la clave:
  • “Ponerse en la piel del perro
  • Aprender a comunicarse con tu mascota

El ambiente

Para Rugaas, cuando se habla de la salud mental de los perros, se habla de las emociones que resultan de la forma en que han sido tratados y de las condiciones en que han vivido.
La salud mental de los perros no tiene nada que ver con enfermedades mentales. Nunca he visto a un perro con una”, aclara. “Nuestros perros mascotas podrían sufrir de problemas mentales, pero solo porque el ambiente en el que viven los hacen sentir muy mal. No es porque tengan una enfermedad (…) Problemas físicos en el cerebro son muy raros”, le indicó a BBC Mundo.
De acuerdo con Fernández, problemas como la hiperactividad y la agresividad generalmente tienen como trasfondo el miedo. Sin embargo, no existe un patrón para detectar trastornos emocionales en los perros, no sólo porque cada animal es único sino porque cada dueño es único también. Por eso es clave, entrevistarlos con detenimiento y obtener respuestas honestas.
perro amigable
“Suelen pedir nuestra ayuda para resolver problemas de conducta de sus mascotas que los están afectando a ellos”, le cuenta a BBC Mundo. Lo que es claro para la experta es que “casi 99% de los desórdenes emocionales de los perros se deben a fallas de las personas que han formado parte de su socialización (los primeros cuatro meses de vida son determinantes) y del ambiente en el que se desenvuelven”.
De acuerdo con Turner, nuestros perros y gatos mascotas pueden sufrir de fobias y otros desórdenes de ansiedad, como la que provoca la separación, y se pueden manifestar con síntomas muy similares a los que experimentan las personas cuando están deprimidas. También pueden desarrollar desórdenes compulsivos y neurosis.

Apoyo y paciencia

Aunque Rugaas y Fernández hablan de problemas emocionales y no de enfermedades mentales en perros, en Estados Unidos la historiadora científica Laurel Braitman se dedicó a investigar ese aspecto de la vida animal a partir de una experiencia personal.
La autora de “Animal Madness” (“Locura animal”) habló en una charla TedTalk, titulada: “Depressed dogs, cats with OCD: What animal madness means for us humans” (“Perros deprimidos, gatos con Desorden Obsesivo Compulsivo: Lo que la locura animal significa para nosotros, los humanos”) sobre su mascota a la que asegura le entregó su corazón “por completo”.
“Era un perro de montaña Bernés. Mi exesposo y yo lo adoptamos y a los seis meses descubrimos que era un desastre. Sufría de una angustia de separación tal que no podíamos dejarlo solo. En una oportunidad saltó del tercer piso de nuestro apartamento. Comía tela, cosas reciclables. Cazaba moscas que no existían. Tenía alucinaciones. Fue diagnosticado con desorden canino compulsivo y eso era solo la punta del iceberg”.
Braitman señaló que en el proceso de intentar ayudar a su perro superar sus ataques de pánico y su ansiedad, su vida también cambió. “Al tratar de ayudar a mi propio perro a superar su pánico y angustia, mi vida cambió, mi mundo se resquebrajó por completo. De hecho pasé los últimos siete años investigando enfermedades mentales en otros animales. ¿Pueden ellos estar mentalmente enfermos como las personas? ¿Y de ser así, qué dice de nosotros?”, pregunta.
“Y descubrí que, efectivamente creo que pueden sufrir de enfermedades mentales, y que estudiar y tratar de identificar enfermedades mentales en ellos a menudo nos ayuda a ser sus mejores amigos y también puede ayudarnos a entendernos mejor a nosotros mismos”.
Para Braitman, el apoyo, el cariño, la paciencia y el tiempo que las familias les brinden a las mascotas con desórdenes emocionales puede convertir cualquier trauma pasado en una experiencia positiva. “Tratándose de tu perro o de tu gato (…), si crees que están traumatizados o deprimidos, probablemente tengas razón“, indicó la experta.
Por eso, como ya lo había dicho Fernández, la empatía es la clave. Y María José lo sabe muy bien. “Mi perro tiene un problema difícil de solucionar pero no imposible y sé que necesita de ayuda profesional y grandes dosis de cariño y paciencia”.

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martes, 18 de agosto de 2015

COMO EL CAMBIO CLIMATICO MODIFICÓ LA ANATOMÍA DE LOS CÁNIDOS



Durante los últimos 40 millones de años, la vegetación y los hábitats de herbívoros y carnívoros se han visto alterados por el impacto del cambio climático. Con ellos el comportamiento predatorio de los cánidos (como lobos, zorros y perros pintados africanos) también se ha modificado. Hasta ahora, los científicos pensaban que únicamente los herbívoros se veían afectados por los cambios en la vegetación.

El nuevo estudio, publicado en Nature Communications, demuestra que los cambios ambientales y de vegetación –que son consecuencia del cambio climático– también influyeron en la evolución y ecología de los mamíferos de régimen carnívoro en el continente norteamericano, donde ha ocurrido la mayor parte de la historia evolutiva de estos mamíferos.
“Hace entre 20 y 25 millones de años hubo un gran cambio de escenario en Norteamérica que pasó progresivamente de ser un lugar boscoso con un clima cálido a otro con grandes llanuras extensas similares a las que nos encontramos actualmente en el Serengueti (Tanzania), pero con un clima más frio y seco”, explica a Sinc Borja Figueirido, autor principal del estudio e investigador en la Universidad de Málaga.

Según el trabajo, fue este cambio de hábitat de bosques a sabanas o praderas lo que conllevó un cambio en el comportamiento predador de los carnívoros: “El esqueleto de los cánidos se modificó: se volvieron más gráciles y estilizados, tal y como los conocemos en la actualidad”, añade Figueirido.
Finalmente con una tendencia hacia la extensión de hábitats abiertos, el aumento de la aridez y la disminución de las temperaturas, se culminó con la aparición de cánidos que se especializaron hace unos dos millones de años en la carrera rápida y prolongada para dar caza a sus presas. “Aparecieron nuevas estrategias de caza como la de persecución, ya que hasta ese momento solo existían con gran probabilidad carnívoros no tan corredores y con estrategias de caza no especializadas”, confirma el científico.

Perros extintos, Hesperocyon y Sunkahetanka. (Mauricio Antón-SINC)

                       Perros extintos, Hesperocyon y Sunkahetanka. (Mauricio Antón-SINC)


Codos fósiles revelan el cambio anatómico
Los investigadores llegaron a estas conclusiones tras el análisis de más de 40 huesos fosilizados (en concreto la parte del brazo que forma la articulación del codo) de representantes de la familia de los Canidae, que no llegaron a Europa hasta hace aproximadamente siete millones de años, cuando colonizaron Eurasia por una migración que se produjo a través del Estrecho de Bering.

El estudio de los fósiles del Museo de Historia Natural de Nueva York (EE UU) permitió demostrar que las articulaciones de los codos –que son indicadores anatómicos de la estrategia de locomoción de estos carnívoros– cambiaron gradualmente de forma y función, lo que confirma la evolución hacia un método de caza basado en la persecución.

“Mientras que los depredadores que utilizan la emboscada para dar caza a sus presas necesitan conservar la capacidad supinadora (capacidad de rotar la mano y situar la palma hacia arriba) para lidiar con ellas, los carnívoros especializados en la carrera rápida y prolongada tienen extremidades anteriores con una posición más pronada y presentan grandes dificultades para supinar”, aclara Figueirido.

Para estos últimos cánidos perseguidores, esta restricción de los movimientos de las extremidades les supone un gran ahorro de energía, pero “les impide manipular a las presas”, detalla el investigador quien declara que estos cambios morfológicos se han observado en los huesos de cánidos extintos coincidiendo con momentos de cambio ambiental, según el registro fósil botánico.
Con los resultados de este estudio, los científicos apuntan a la importancia de dictar medidas de conservación no solo para los herbívoros sino también para “todos los elementos de las comunidades de grandes mamíferos por igual” que podrían seguir viéndose afectados por el cambio climático.

Referencia bibliográfica:
Borja Figueirido et al. “Habitat changes and changing predatory habits in North American fossil canids” Nature Communications 6:7976 | DOI: 10.1038/ncomms8976 18 de agosto de 2015

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