jueves, 27 de octubre de 2016

EL ACEITE DE PESCADO PODRIA LIMPIAR LOS RESIDUOS DEL CEREBRO

Lo hacen por medio del recientemente descubierto sistema “glinfático” del cerebro. De confirmarse, se abren caminos preventivos para varias enfermedades neurológicas.

Una nueva investigación publicada en línea en The FASEB Journal sugiere que los ácidos grasos poliinsaturados omega-3, que se encuentran en el aceite de pescado, podrían mejorar la función del sistema glinfático, lo que facilita la eliminación de los residuos desde el cerebro, y promover la eliminación de metabolitos incluidos los péptidos amiloide-β, considerado uno de los principales culpables de varias patologias como la epilepsia.



El sistema glinfático ha sido descubierto y descrito muy recientemente, y es una señal de que el cuerpo dek perro posee sistemas todavía no detectados. Su nombre proviene de la combinación de las palabras  “glia” y “linfático”. Y el bautizo lo realizaron Maiken Nedergaard y Jeffrey Iliff, de centro médico de la Universidad de Rochester, en 2012.

Lo nuevo es el papel importante de los ácidos grasos #Omega-3 en el proceso. Según el FASEB Journal, publicación dependiente de la  Federation of American Societies for Experimental Biology, un grupo de investigadores utilizó ratones transgénicos Fat-1. Se trata de animales modificados para que expresen o produzcan, de manera endógena, una alta cantidad de ácidos Omega-3 poliinsaturados (PUFAs, por sus siglas en inglés) en el cerebro.

Lo anterior buscaba investigar el efecto del omega-3 PUFAs en la función de limpieza en el sistema glinfático. Los resultados indicaron que, en comparación con los ratones “normales”, los ratones modificados promovieron significativamente la función de limpieza del sistema linfático, incluyendo la extracción de las proteínas Aß del cerebro.

Ahora, cuando a los ratones no modificados se le complementó la dieta con aceite de pescado, que contiene altas concentraciones de ácidos grasos omega-3 PUFAs, los científicos encontraron que en estos últimos también mejoró la función de limpieza que realiza el sistema glinfático, en comparación con los ratones de control a los que no se les administraron  suplementos de aceite de pescado.

Desde hace tiempo, observaciones empíricas indicaban que el omega-3 ayudaba a mantener la homeostasis cerebral, y podía proporcionar beneficios en un número de enfermedades neurológicas,  pero la forma específica en que lo realizaba era desconocida, aunque se especulaba que tenía que ver con la irrigación sanguínea.

“Estos, ahora famosos, ácidos grasos han sido objeto de importantes estudios, tanto en el mundo académico, como en la industria (que los produce). Justo cuando pensábamos que habíamos oído todo, aquí surge algo nuevo, y es provocativo, de hecho”, dijo sobre la investigación, Thoru Pederson, editor en jefe de The FASEB Journal.  Quién agregó que, “este estudio no debería desviar la atención de las funciones de estas sustancias en el mantenimiento de la salud vascular, pero tampoco hay que restringir a ello nuestro punto de vista. El cerebro es un órgano muy vascularizado, ahora  también  tenemos que tomar en cuenta que los ácidos grasos omega-3 pueden tener un impacto neuronas, células gliales y hasta los mismos astrocitos “.


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jueves, 13 de octubre de 2016

¿CONOCES COMO PUEDE AFECTAR EL LUPUS A TU PERRO?


El lupus es una enfermedad crónica autoinmune que puede dañar cualquier parte del cuerpo de su perro (la piel, las articulaciones y/o los órganos internos del cuerpo). Normalmente, el sistema autoinmune produce proteínas denominadas anticuerpos que protegen el cuerpo de invasores externos, como las bacterias y los virus. Con el lupus, el sistema inmunológico no puede apreciar la diferencia que existe entre estos invasores externos y los tejidos sanos del cuerpo, y produce autoanticuerpos  (“auto” significa “propio” o “por uno mismo”) que atacan y destruyen tejidos sanos. Estos autoanticuerpos provocan inflamación, dolor y daños en distintas partes del cuerpo de nuestra mascota.


El lupus puede presentarse desde formas leves hasta formas que ponen en riesgo la vida de su peludo y debería ponerse en las manos de un buen veterinario.
Existen  dos formas principales de lupus que son lupus discoide canina y lupus sistémico.
El tipo más común de lupus canina es el lupus eritematoso discoide (LED). Afortunadamente, esta es la forma menos grave de la enfermedad. Los síntomas de DLE se limitan a la piel, y casi siempre involucran la parte superior de la nariz, una zona conocida como el piso nasal. Los primeros signos de que algo anda mal pueden incluir la pérdida del pelo o la pérdida de pigmento en esa área. Según avanza la enfermedad, se puede ver las heridas o costras. La nariz puede sangrar con facilidad. Algunos perros pueden desarrollar problemas de la piel en otras áreas, como los párpados, los labios, la boca, las orejas.
El lupus eritematoso sistémico (LES) se ha llamado "la gran imitadora" porque esta enfermedad tiene tal variedad de síntomas que imitan a otras patologías. Lupus canina sistémica puede afectar a casi todas las partes del cuerpo, por lo que los síntomas pueden variar mucho. Los órganos más comúnmente afectados son la piel, las articulaciones y los riñones. Los síntomas de afectación de la piel pueden ser similares a los observados en DLE, con llagas y úlceras en la nariz, las orejas, los dedos, o más generalizada en todo el cuerpo. Los perros con inflamación de las articulaciones debido al lupus a menudo se convierten de repente no quieren estar de pie o caminar. Las articulaciones pueden aparecer hinchados o pueden sentirse caliente al tacto. Para los perros con enfermedad renal causado por el lupus, los síntomas pueden llegar a ser más severos.Otras partes del cuerpo a veces pueden verse afectados por SLE. Su perro puede experimentar inflamación de los músculos, la cavidad torácica, el músculo del corazón, el cerebro o la médula espinal o los ganglios linfáticos.

Un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de Míchigan (EE.UU.) sugiere que el ácido docosahexaenoico (DHA), un ácido graso esencial poliinsaturado de la serie omega-3, presente en el aceite de pescado de tiene el potencial de prevenir el lupus, una enfermedad crónica autoinmune que ataca por error las células y los tejidos sanos.

El lupus eritematoso sistémico es la forma más común de la enfermedad, lo que representa alrededor del 70% de todos los casos donde la piel suele ser la zona más afectada, seguida del cerebro, los riñones y los pulmones.

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